domingo, 13 de enero de 2008

la importancia del poder económico en el rumbo del mundo

Del visionado de los documentales: “Voces contra la Globalización: Otro Mundo es Posible, Capítulo: Los Amos del Mundo”, “Al Jazeera: la voz del mundo árabe” y la película “El dilema”, se obtiene una clara conclusión. Esta idea principal, que se desarrolla en los siguientes párrafos, se resume en la siguiente argumentación: con el desarrollo del neoliberalismo y el capitalismo, los sistemas democráticos de gobierno de los Estados se han convertido en un instrumento y una mercancía más al servicio y que funciona en virtud del sistema económico y financiero.
Los gobiernos contemporáneos no son el reflejo del sentir y la voluntad del pueblo, sino que se vertebran en función de los intereses económicos de cada momento y de las necesidades del momento. Como consecuencia lógica de la manipulación y poca legitimidad democrática real que tienen los actuales gobiernos, los medios de comunicación, y con ellos los mecanismos de creación de la opinión pública, también se encuentran manipulados y desarrollan su función social en función de los intereses de la economía y de las grandes empresas.
Debido a esto, en los medios de comunicación sólo se exponen aquellas realidades que giran en torno a los intereses presentes y futuros de los grandes titanes de la economía. Por ello, es habitual que en la llamada sociedad global los medios de comunicación marginen y no consideren en sus mensajes aquellas opciones culturales o de vida que no comparten las multinacionales. Esto es lo que ocurre con el mundo árabe que es marginado comunicacionalmente, sólo se muestra la cara del árabe que a las estructuras de poder les conviene y no se consideran los medios árabes de comunicación como fuentes y corrientes de información, se maquilla su existencia y se evita su presencia.
En un primer momento hay que contextualizar el significado de la globalización o mundialización del sistema capitalista que es el eje central sobre el que vertebra esta reflexión.
La mundialización es un fenómeno eminentemente económico que surge a finales del siglo XIX y que se caracteriza principalmente por la gran velocidad a la que se realizan las operaciones en el sistema mundial (configurado como una red) y también por una cuestión económica que ha marcado un punto de inflexión con los conceptos económicos anteriores: la mayor parte del dinero que circula por el mundo (por la red) no produce riqueza ni puestos de trabajo sino que se utiliza y gestiona para ganar más dinero.
Pero no se puede olvidar que a pesar de ser un concepto nacido de la economía la mundialización ha pasado a determinar todos y cada uno de los aspectos de la vida de los ciudadanos. En esta cuestión, la implantación de sistemas de gobierno democráticos y la interconexión entre los distintos Estados ha servido como mecha para propagar todos los ámbitos sociales de la dinamita de la mundialización.
La mundialización de la economía hay que encuadrarla temporalmente. A partir de 1850, tras la Segunda Revolución Industrial, en la que se consolida como fuente de energía el petróleo y la electricidad, se produce un fracaso del liberalismo tradicional, que se materializa en la Gran Depresión de 1873. La superación de esta crisis trae consigo la implantación de las bases del capitalismo actual, caracterizado por: la agudización de la competencia, el protagonismo del Estado y la profesionalización de la producción. Todo ello acompañado en el ámbito social por un considerable crecimiento económico y de la urbanización. Estos factores provocan un cambio en las costumbres y valores sociales, y en el ámbito de la política: la extensión del modelo democrático.
Todo este proceso posibilita la construcción de la Moderna Sociedad de Masas. Esta sociedad está compuesta por ciudadanos más valorados por su capacidad consumista que por su capacidad de votar.
La sociedad actual está dirigida y controlada por el sector económico: los ciudadanos no se caracterizan ni valoran por su capacidad de voto y sus derechos democráticos, sino por su capacidad económica; los gobiernos no son valorados por la defensa de los derechos fundamentales y la gestión armónica con el entorno que desarrollen de sus recursos, sino de la cercanía a los intereses de las empresas que realmente gestionan la política de cada país.
Vivimos en el imperio de las empresas transnacionales, en el imperio del capital. Esta es la era del neoliberalismo, que utiliza la cuartada del libre mercado como una estrategia para apropiarse de todo lo que le reporte poder y beneficios.
Aunque el ciudadano cuando se convoquen elecciones a la presidencia de su país crea con su voto va a elegir a un presidente con su equipo de gobierno esto no sucede así. El ciudadano, aunque no sea consciente, con su voto va a elegir a un grupo de poder económico para que determine el funcionamiento y las relaciones de su país con el resto de Estados. Más que elegir a un gobierno, la legitimidad democrática del voto del ciudadano hoy en día sirve para determinar en manos de qué gestor del poder económico se va a dejar el rumbo del país. Se pone a disposición de los intereses económicos de un grupo determinado todo el potencial y los recursos de un Estado. Ya que en la sociedad mundializada un Estado no es un conjunto poblacional con un territorio y unos recursos propios y con capacidad para gobernarse. En la sociedad de la mundialización un Estado es un elemento al servicio de los intereses económicos de los grupos de poder.
En referencia a la anterior idea se recoge en una declaración muy interesante del activista antiglobalización José Bové, en el documental “Voces contra la Globalización. Otro Mundo es posible”, en el capítulo “Los amos del mundo”: “La mundialización, que los anglosajones llaman Globalización, persigue reducir la capacidad de decisión de las poblaciones y de los individuos en cuanto a su futuro, que se decide en función de los intereses capitalistas de las empresas”.
Parece inaudito que los intereses de unos entes privados y concretos determinen el devenir de poblaciones enteras. Numéricamente las poblaciones ganarían las batallas, pero las posiciones geoestratégicas en la economía mundial es donde reside la fuerza, no en el número de entes físicos. En referente a esto, también en el documental “Los amos del mundo”, el escritor y politólogo Jean Zlegler apunta el siguiente dato: “ las 500 mayores sociedades transcontinentales privadas controlan el 52% del Producto Interior Mundial Bruto”.
La mundialización está encabezada por enormes empresas multinacionales, que se han convertido en las cuasi propietarias de enormes zonas del planeta y que no se conforman. El ansia de crecimiento de estas empresas es imparable, sus intereses son mundiales y se encuentran en constante intento de expansión por distintas zonas geográficas y áreas de negocios. Estas grandes fortunas, y los intereses de los países más desarrollados ahogarán la posibilidad de un mejor reparto en el mundo, que sería lo que más acorde estaría en función de los valores democráticos. Cualquier producto, mercancía o cuestión, por insignificante que parezca está en manos de las megaempresas, muchas de ellas con mayor potencial económica que muchas naciones del planeta.
Como se apunta en párrafos anteriores la mundialización hace que los gobiernos de las naciones estén determinados por los intereses y designios de las grandes compañías, ya no existen candidatos o partidos políticos que propugnen criterios ideológicos. En la actualidad, tras cualquier atisbo de propaganda política o ideológica hay una intencionalidad económica de las estructuras de poder. En las democracias actuales el gobierno de un país no se gestiona a base de ideología sino de intereses económicos. Como defiende Carlos Taibó, profesor de Ciencias Políticas, sería un pensamiento ingenuo pensar que las personas que encabezan formalmente los sistemas políticos tienen capacidad firma de decisión. Son las corporaciones económico-financieras las que operan en la trastienda y dictan las reglas del juego.
Es por esto que para los jefes de Estado dan tanta importancia a los indicadores bursátiles y los indicadores económicos, ya que estos datos determinarán el espacio que tienen para desarrollar las diferentes políticas en sus Estados: políticas fiscales, de empleo, de inversiones,…
Y en medio de esta historia de manipulación y control del poder por parte del poder económico se encuentran instituciones intergubernamentales que se ensalzan como la máxima vigía de los intereses democráticos y de los ciudadanos, como es el caso de la Unión Europea.
A este respecto es muy acertada la consideración del profesor Carlos Taibó, cuando afirma que para enfrentarse al estudio de la posición y el papel que juega la Unión Europea es muy importante “abandonar la distinción del modelo de capitalismo europeo, caracterizado por su condición social, y diferente del modelo americano, impregnado por la lógica de la competencia más feroz”. Esta división ya no es posible ya que durante décadas los países europeos han abrazado las políticas capitalistas americanas y ya es muy difícil diferenciarlas.
Pero a pesar de que existan instancias como la Unión Europea que supuestamente velan por los derechos de los ciudadanos comunitarios y pretende la común unión de los países miembros. Estas instituciones no han podido frenar la condena de muerte, que desde el sistema mundializado y neoliberalista en el que nos movemos, a la que se ha sentenciado a los servicios públicos. Los servicios públicos nacen con la iniciativa de proporcionar un bien o servicio al ciudadano, que se consideraba básico y por ello se le cedía con más facilidad. Pero este tipo de criterios ya no tienen cabida en el mundo de hoy y la sentencia es clara: si los servicios públicos no generan beneficios económicos, se privatizan para que sí los genere, aunque se viole la finalidad con la que nacieron, eso ya no importa.
Al mismo tiempo que existen organismos que pretenden velar por los intereses públicos y no lo logran. Existen organismos que velan por los intereses de los sectores de poder económico y sí consiguen desarrollar su tarea con bastante éxito. Es el caso del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio, que son instituciones financieras que están fuera del control político democrático y que están al servicio de las grandes transnacionales. Su función es la de abrir las economías y ponerlas a punto para que las grandes empresas puedan llevar a cado sus pretensiones de poder.
Teniendo en cuenta que los organismos de gobierno, de organización social, de gestión de recursos… están puestos y existen por orden y voluntad del poder de las grandes empresas, sería ingenuo pensar que las empresas de comunicación se encuentran al margen de este baile de títeres que articulan los grupos de poder.
Los medios de comunicación son un elemento muy importante en el funcionamiento y asentamiento en el poder de los grandes conglomerados. Son el activo que les oculta aquello que no les conviene que se sepa, solapan aquello que hacen mal, condenan y desprestigian a quien quiera y cuando quieran. Los medios son una de las piezas más codiciadas en el juego de las ambiciones de poder.
Los medios están determinados por las empresas que lo sustentan. Cuando algo se antepone en los beneficios, principios o intereses de la empresa que está detrás los medios, como hijos fieles, tienen la única misión de encubrir o destruir en pro del bien de su empresa matriz. Ejemplo de esta idea es la historia narrada en la película “El Dilema”. El medio no puede ponerse en contra de la empresa matriz a la que pertenece o la empresa con la que tiene intereses, pero sí puede ponerse en contra de las personas, la moral, la profesionalidad. Cuando los intereses de la empresa están en juego nada de esto importa.
Pero la manipulación que desarrollan las grandes multinacionales en los medios de comunicación no se queda ahí. Los medios crean en la opinión pública la idea de realidad que a los poderosos le interesa que la población tenga. La población occidental no tiene una noción cierta del mundo en el que vive. Hay realidades a las que no puede acceder porque a las multinacionales no les conviene.
Es el caso de la comunicación en el mundo árabe. Como se muestra en el documental sobre Al Jazeera, hay todo un mundo árabe y de comunicación a la que gran parte del mundo no tiene acceso, ya que va en contra de los intereses de los grupos que manejan el mundo entero.
Como conclusión un pensamiento de José Saramago, premio Nobel de la Paz, que resume el espíritu de este ensayo y de los tres documentales a los que se refiere el mismo.
“Si los organismos internacionales que determinan toda la economía de un país, que hacen lo que quieren, no son democráticos. ¿Cómo podemos contentarnos, satisfacernos con esta democracia política, que sólo permite quitar un gobierno y poner otro?”
“¿Porqué los políticos no tienen la valentía de llegar ante sus conciudadanos , y confesarles que no son ellos quienes gobiernan, sino que están en forma de comisarios de los poderosos?”.

martes, 18 de diciembre de 2007

Nuevas formas de colonialismo en África


La Cumbre Unión Europea – África, celebrada en Lisboa, se convocó con el objetivo de establecer una nueva relación más ordenada entre los dos continentes en cuestiones políticas y económicas. Con estas pretensiones se han dado cita ochenta jefes de Estado y de Gobierno de la UE y de África, pero tras estas buenas intenciones subyacía la cuestión que durante décadas ha unido a estos dos continentes: el colonialismo. Así lo dejaba patente el líder libio, Muammar el Gaddafi, durante una conferencia en la Universidad de Lisboa: “Ha llegado el momento de que los colonizadores indemnicen a los colonizados para reparar las desigualdades que asuelan el planeta”.

La pregunta ante esta reunión de Estados es si en la actualidad no se sigue manteniendo en una relación colonialista entre Europa y África pero con las formas del nuevo siglo. Si el colonialismo imperial de las potencias como Francia o Inglaterra, a finales del siglo XIX, tomaba la forma de la gran metrópolis con gobernador en la colonia que mantenía y gobernaba en función de los beneficios a la metrópolis. En el siglo XXI puede que exista una nueva forma de colonialismo.

El “nuevo colonialismo” tiene la misma función: tener países que suministren y equipen a la metrópolis de todo aquello que no posee, ya sea mano de obra o materias primas. Pero tras décadas de luchas por la independencia por parte de los países africanos, hoy en día, no cabe la figura del gobernador vigilante. Para sustituir a esta figura se utilizan los acuerdos económicos internacionales y los encuentros intergubernamentales entre los gobiernos de ambos continentes.

Como apuntaba Plácido Micó, el secretario general de la Convergencia para el Democracia Social de Guinea Ecuatorial, “la política de la UE hacia África se mueve entre el paternalismo y la ineficacia, ya que no aborda el principal problema del continente, que es la falta de democracia”.

La cumbre de Lisboa, cuyo objetivo emblema es la creación de relaciones políticas y económicas entre los dos continentes, no ha abordado el problema clave africano que es la falta de cultura democrática y la inestabilidad de los regímenes democráticos. Cuestión básica y fundamental para el desarrollo del continente. La presencia de líderes como Robert Mugabe , presidente de Zimbabue, son muestra de que el libre desarrollo de los regímenes democráticos no son una condición sin la cual poder tener tratados económicos con Europa.

La forma europea de fomentas el desarrollo en África es una forma muy positiva para la UE. Los acuerdos le permiten desarrollar un flujo migratorio controlado, seguir con las exportaciones de materias primas y el comercio en general. A cambio de lo cual invierten en industria, comunicaciones,.. Pero para una población que no vive en la libertad de unos sistemas democráticos justos. Mientras sigan existiendo en África regímenes que no respeten la legitimidad democrática, las ayudas y acuerdos de Cumbres serán más beneficiosas para Europa que para el continente africano.

sábado, 1 de diciembre de 2007

El Dilema Afgano

Afganistán es uno de los escenarios de conflicto más complejos. La insurgencia usa técnicas similares a las de Irak, la OTAN reclama sin éxito más efectivos, y la ofensiva Talibán se agrava. Robert Matthews, en Respuestas militares y de ayuda: el dilema afgano; y Juan Garrigues, en When sometimes more is more: Military assistance to Afghanistan, contribuyen al debate iniciado por When More is Less, de Astri Suhrke, sobre los errores de las políticas militares y de ayuda hacia Afganistán.
FRIDE (Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior)

Turkmenistán después de Turkmenbashi

El 21 de diciembre de 2006, el presidente Saparmurat Niyazov de Turkmenistán, falleció repentinamente de un ataque al corazón. Su Gobierno fue uno de los regímenes políticos más cerrados del mundo, dejando así poco espacio para una transformación de gran alcance en el país. Lo más posible es que en las elecciones previstas para febrero de 2007 no haya una competición política real. La muerte de Niyazov puede acrecentar las rivalidades en la comunidad internacional para ganar los favores de uno de los países más importantes en el campo de la futura seguridad energética. Aún está por verse si Turkmenistán conseguirá alejarse de su postura aislacionista como consecuencia de la presión social y abrirse a la dinámica internacional.
Autor: FRIDE (Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior)

Informe Anual 2007: Europa y la Ex- URSS

El 1 de febrero la organización Reporteros sin Fronteras hace público su Informe Anual 2007, que traza un balance de la situación de la libertad de prensa en 98 países. El documento se ocupa de las principales violaciones de los derechos de los periodistas cometidas en 2006 y ofrece perspectivas temáticas y regionales sobre el estado de la libertad de los medios de comunicación, y de los sitios de Internet, en todo el mundo.
Autor: Reporteros sin FronterasDescargar: Informe Anual 2007: Europa y la Ex-URSS
Más información sobre la zona Euroasiática en: observatorio-eurasia.blogspot.com

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Cuando la espontaneidad de las intervenciones parecen planificadas

Durante la pasada Cumbre Iberoamericana, en Santiago de Chile, se vivieron momentos de tensión para la política exterior española. El altercado del Rey Don Juan Carlos con el presidente venezolano Hugo Chávez puede ser a la vez beneficioso y destructivo para estas dos figuras y para los países a los que representa.
En el caso de Don Juan Carlos la Cumbre y la provocación de Chávez vino en el momento perfecto para continuar, y hacer más público y notorio si cabe, la campaña de prestigio que desde un tiempo lleva desarrollando la Casa Real en torno a la figura del Rey.
A la guerra que Federico Jiménez Losantos le tiene declarada desde hace meses al monarca, incitándole o invitándole a que abdique, en la emisora de la Conferencia Episcopal. Hay que unirle la cadena de sucesos que en clave de desprestigio viene arrastrando la Casa Real. Desde la aparición de unas caricaturas en las que se ridiculizaba a los Príncipes de Asturias, publicadas por la revista “El Jueves”. Pasando por la quema de fotografías de los monarcas por parte de independentistas catalanes. Se llega al desprestigio y progresivo descrédito que en la opinión pública española se está gestando de la figura y funciones de los monarcas.
Con el objetivo de parar esta oleada antimonárquica que se estaba gestando, se concibe y se lleva a cabo una visita de los reyes a las ciudades de Ceuta y Melilla. A pesar de las buenas relaciones personales del Don Juan Carlos con Mohamed VI, y de la amistad española-marroquí, que Rodríguez Zapatero intenta construir desde el inicio de su mandato a golpe de inversiones y acuerdos. En lo que respecta a Ceuta y Melilla, Marruecos no considera una nación amiga a España, sino todo lo contrario: la invasora de dos ciudades que se establecen en el marco geográfico de su país.
Sin contemplar la delicada situación diplomática en la que el país se encontraba y de los esfuerzos llevados a cabo por el cuerpo diplomático para superar la crisis de Chad. Los Reyes se desplazaron hasta el continente africano para darse un baño de multitudes y proclamar la defensa que con su sola presencia hacen del espíritu español.
Esta visita de solo dos días ha supuesto la llamada a consultas del embajador marroquí en España. Pero parece que en el criterio de Don Juan Carlos es un precio razonable para una maniobra de consolidación de su cargo.
Conocido por todos es la trayectoria del Ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, como mediador y buen diplomático en conflictos internacionales de gran importancia, como el conflicto entre Israel y Palestina. Pero tal vez la pericia de los diplomáticos españoles no sea suficiente para solucionar los conflictos que el monarca va iniciando por donde pasa con su campaña de prestigio y defensa de lo español por parte de la Corona.
La Cumbre celebrada en Chile no iba a presentar ningún aspecto que no hubiera aparecido antes. Las acusaciones de Chávez hacia la persona de José María Aznar no son nada nuevo. Se han repetido en multitud de ocasiones. Sin embargo la Cumbre era un momento diferente. El Rey encontró en la verborrea del Presidente venezolano el pretexto perfecto para sacar en medio de la conferencia la gran labor que realiza defendiendo lo español.
Frente a uno de los dirigentes más problemáticos de Sudamérica, que pretende hacer una reforma a la Constitución de su país, que muchos tildan de poco constitucional. Frente a Hugo Chávez el Rey reacciona y lo manda a callar. Todo por hacer constar que es la figura en la que España tiene la máxima representación y la máxima defensa. Y a la vez, todo sin tener en cuenta que el país se encuentra en una difícil situación con Marruecos, que acaba de atravesar una crisis diplomática con Chad y que España tiene muchos intereses en Venezuela.
Desde la perspectiva de Hugo Chávez el incidente con Don Juan Carlos no es en principio perjudicial. Provocó y su provocación fue respondida, lo que le confiere mayor notoriedad frente a los países sudamericanos con los que comienza a mantener alianzas. Además la actitud del monarca español da pie a que Chávez le adjudique a España señas de autoritarismo, y de paso sacar el colonialismo, que para su campaña de revolución política le es muy favorable y crea empatía con las naciones y sectores indígenas sudamericanos.
Respecto a las relaciones entre los dos países. En un primer momento Venezuela tiene la palabra. Teniendo en cuenta que la dirección del país gira en torno a la persona de Hugo Chávez, queda bajo su criterio bloquear o dejar las actividades comerciales e industriales que España, y empresas españolas, mantienen con Venezuela.
Al igual que en el caso de Marruecos, le toca a la diplomacia española extender sus redes y mostrarse lo más diestro posible para poder restituir el equilibrio entre las dos naciones. Los intereses son muchos y muy diversos. Negocios bancarios, energéticos, acuerdos con otros países de la zona,… Toda una torre de naipes que con la intervención de Don Juan Carlos se tambaleó y que los obreros de las relaciones internacionales tendrán que remendar antes de que se note en la política interior.

martes, 23 de octubre de 2007

Reforma Constitucional en Venezuela



La reforma constitucional propuesta por el presidente Hugo Chávez, con un articulado que ha duplicado el número de cambios iniciales para respaldar una versión radical de socialismo en Venezuela, está enfrentando una creciente y masiva oposición incluso de importantes sectores del chavismo, y de influyentes instituciones como la Iglesia Católica, las academias nacionales y las mayores universidades del país.

Entre los cambios propuestos por el Presidente venezolano se encuentran los siguientes:
- creación del "Estado Socialista Bolivariano".
- Creación de un modelo económico socialista.
- Eliminar la descentralización como forma de distribución del poder.
- Aumento del periodo presidencial de 6 a 7 años con reelección, sólo para este cargo.
- El Estado no protegerá la propiedad intelectual.
- El Presidente podrá decretar regiones, zonas de protección y nombrar la cantidad de vicepresidentes que desee.
- Se propone la suspensión de garantías como la libertad de información y el derecho al debido proceso judicial durante los estados de excepción o emergencia política, natural o social, los cuales son decretados por el Presidente.
- Se permitirá al Estado la ocupación de tierras para preservar la seguridad alimentaria y eliminar la autonomía del Banco de Venezuela.
- Se permitirá al Presidente disponer, sin contoles previos, de las reservas y decretar el estado de excepción sin necesidad de consultarle a la Asamblea Nacional o al tribunal Supremo de Justicia.
La consulta para aprobar la reforma tendrá lugar en un referéndum nacional el día 2 de diciembre. La oposición chavista reclama que tres meses es un tiempo insuficiente para los debates necesarios para este tipo de cambios. Ya que la opinión pública venezolana no será informada, en este corto período de tiempo, de la totalidad de las reformas y con ello tampoco de los cambios y repercusiones que traerán consigo.
Además del tiempo insuficiente para hacer conocedor al pueblo venezolano de los cambios. Otra irregularidad del proceso (al margen del propio articulado propuesto) es que no existe la posibilidad de que algunos artículos sean aprobados y otros no. La votación en el referéndum será en bloque.

Ante esta situación sólo queda esperar la respuesta del pueblo venezolano, seguir apoyando al golpista que puso en el poder las urnas o lanzarse al camino de una verdadera democracia, NO MILITARIZADA.

Para una idea global de la situación del país sudamericano recomiendo el artículo publicado por Gustavo Coronel sobre Venezuela, publicado en la página web de CATO Institute. El texto corresponde al discurso que Gustavo Coronel dió el 8 de mayo de 2007 ante la Cámara de Industrias de Guayaquil en Guayaquil, Ecuador.